Los jóvenes de hoy en día
necesitan sentir adrenalina para divertirse algunos optan por tatuajes,
piercing, deportes extremos, juegos de azar, peleas callejeras, barrismo, etc.
pero otros en cambio sienten desde muy jóvenes una atracción por la velocidad
ya sea en motos o carros y la adecuación de estos para hacerlos más veloces o más
llamativos (tunning); estos jóvenes no solo se sienten satisfechos con correr
para ser los mejores sino que también necesitan la adictiva adrenalina de ser
perseguidos por una patrulla de la policia, en lo que se denomina piques
callejeros ilegales, por “Picar” que es la palabra que usan para referirse a
una carrera lineal corta en una calle principal.
Esta es mi historia, mi
experiencia dentro del grupo de piques ilegales más grande de Colombia, “PIC”.
Ya hace 6 años fue la primera vez
que asistí a una reunión de este grupo invitado por algunos amigos, desde ese
día me uní a esta práctica que años antes ya había llamado mi atención por la atracción que siento hacia la mecánica automotriz.
En esos años comencé por asistir a todas las reuniones, que se hacían todos los
jueves en la noche, en mi carro hasta el momento original “Renault 12”.
Se hacen las reuniones en
diferentes puntos elegidos por el líder y se pasa la información por medios tecnológicos
(redes sociales, correos, celular, etc) o se pasa la voz entre los miembros, alrededor
de las 11 pm; de ahí más o menos a media
noche cuando el líder considera que el grupo está casi completo, salimos a
picar. Los piques se realizan dependiendo del cilindraje de los carros, se hacen
parejas o tríos que corren aproximadamente ¼ de milla que son 402 metros; como
mi carro era poco velos empecé a mejorarlo con rines, modificación del motor, también
realzarlo con pintura, sticker bomb,
sonido entre otras cosas y así cada vez puedo competir con mejores carros y
sentir la satisfacción de ser el primero en llegar a la meta.

La verdad para mí lo más
emocionante es cuando estamos en diferentes puntos de la ciudad picando y llega
la policía que en la jerga grupal llamamos TOMBOS. Cuando esto pasa el primero
que los ve alerta a los demás para que todos nos subamos nuestros carros y nos marchemos
a un punto diferente, previamente acordado en el primer encuentro, mientras los
policías intentan alcanzarnos. Si la policía logra detener a algún automóvil generalmente
busca la forma de inmovilizarlo por alguna modificación no permitida y si no lo
logra le realiza un comparendo por maniobras peligrosas.
En esta práctica estamos expuestos
a cualquier tipo de accidente, siempre ocasionados por el afán de huir de las
autoridades. Yo he tenido tres estrelladas y una persecución muy dificil donde
termine chocando con una patrulla de policía. Luego de tantas cosas, no para la
adrenalina y cada vez quiero seguir modificando mucho más mi carro porque además
de adrenalina siento cariño por el, a pesar de lo viejo nunca paró de
emocionarme y de ser admirado por otros quienes lo conocen como el carro de la alegría
por estar a todo nivel en las noches tan anheladas DE PIQUES CALLEJEROS.